¿No está exagerado el valor de la verdad? En el nombre del Padre, y en el nombre de la verdad, se ha matado más que mintiendo. La verdad suele ser el arma de los resentidos y rencorosos, quienes la tienen por única virtud. ¿Mentiras piadosas o verdades despiadadas? Atroces, bellas, bestiales o necesarias, qué importa, sólo tienen que ser oportunas y generosas, siempre.
El secuestrador (cuento)
El muchacho soñaba recurrentemente que estaba libre. Despertaba feliz en
medio de su sangre y su mierda y el guerrillero que le vigilaba día y noche
desde ese momento empezó a soñarse secuestrado, le dolía la respiración y
blasfemaba como suele pasar cuando se pierde la libertad y eso es peor que
la muerte, entonces ajustó la soga alrededor de su cuello y fin.
(Amanda Pedrozo)
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