¿No está exagerado el valor de la verdad? En el nombre del Padre, y en el nombre de la verdad, se ha matado más que mintiendo. La verdad suele ser el arma de los resentidos y rencorosos, quienes la tienen por única virtud. ¿Mentiras piadosas o verdades despiadadas? Atroces, bellas, bestiales o necesarias, qué importa, sólo tienen que ser oportunas y generosas, siempre.
La Reina (cuento)
-Es que nació con la corona puesta -cuentan los sirvientes del palacio a las visitas que nunca faltan. La Reina sonríe como hiena, se acomoda el collar de perlas increíbles y llama a su hijo para hablar mal de Lady Di, la estúpida Princesa del Pueblo y después llevarle juntos un ramo de rosas
blancas en el cementerio justo a la hora del té porque hay que alimentar la leyenda, esa bestia insaciable con ojos de paparazzi .
(Amanda Pedrozo)
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