Me sorprende la dificultad de afecto que tiene alguna gente. ¿Estreñidos de amor? (y conste, no hablo del amor que hace imperativo subirse al cuello de alguien y bajarse "por su cuerpo", todo manos). No, sino la simple aceptación de otras personas, como son, saber abrirse para conocer al prójimo. ¿No es cierto que es fácil? Conozco a un individuo que a esta altura ya no querrá a nadie y tampoco sabe aceptar cariño alguno, porque quiere amor con garantía. ¿Acaso existe eso?
Se tomó 2 cucharadas de rosa mosqueta, 1 de semillas de lino, mezcló todo con ralladuras de inseguridad, angustia y seriedad que no-sirve-para-nada, y lo tomó con pajita esterilizada. Pero no hay caso, aún así sigue con estreñimiento crónico-afectivo. Y como no quiere a nadie y no quiere creer que alguien le pueda querer, no sabe reír y no sabe jugar, no sabe abrir la puerta para ir a jugar, y últimamente se le da por desconfiar hasta de su propia sombra (se le antoja que se le va detrás de otra gente, apenas él se descuida y mira para otra parte).
No hay comentarios:
Publicar un comentario