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jueves, 16 de septiembre de 2010

Los cuervos que atacaron a POLISAPO

Si algún día, por azar de la vida, por la calidad real o por el buen manejo de alguna editora, un libro escrito a dos manos resulta que es vendible, e incluso, como ocurrió con POLISAPO (Alejandro Maciel y Augusto Roa Bastos) es todo un éxito, ¡ojo con los cuervos! Quien se arrima a grandes árboles corre mayor riesgo cuando hay tormenta, porque si el árbol cae tiene la maldita costumbre de aplastarlo y no hay nada que hacer.
Llevado al plano de los escritores este precepto, cuando uno de los autores muere, el que le sobrevive puede pasar por tremendos líos, incluso judiciales. Eso le pasó a nuestro gran amigo y gran escritor argentino, Alejandro Maciel. Un enorme árbol, como lo fue nuestro escritorazo Roa Bastos, también pudo ser una gran persona, por eso tuvo amigos de la laya de Maciel, íntegros y de plena confianza, leales, incondicionales, compañero y hermano. Pero luego, apenas muere gente como don Augusto, caen en picada los cuervos.
Tal el caso, y aunque la propia editora de POLISAPO estuvo presente y hablando con Roa cuando éste y Maciel firmaron el trato de edición con ella (ya que el libro fue escrito por ambos) los parientes pegaron picotazos. Aunque a Roa en todos esos años en Paraguay, sólo lo atendieron su cardiólogo y su médico de cabecera, Alejandro Maciel. Luego se vinieron las delirantes demandas. El libro a dos manos de Roa y Maciel fue y es un bomm en las escuelas paraguayas. Los niños no sólo lo leen porque la maestra les manda hacer trabajos prácticos sobre el mismo, sino que les encanta.

* ALEJANDRO: Estuve recordando lo que te pasó porque ¡ya está listo Canallita! Pronto entrará en imprenta, es una alegría inmensa porque lo escribimos juntos. Pero como nosotros dos somos como culo y calzón (por más que vos seas el famoso, y muy merecidamente, dicho sea de paso) si un día Canallita se vende aunque sea en una escuelita kañy, antes de que uno de los dos muera, quemamos hasta el último libro, para que no llegue ni un cuervo a escarbar. ¡Guarda con los carroñeros que sólo se acuerdan de uno cuando "ya é ya" el velorio!

1 comentario:

  1. Amandititita: si fallezco yo primero (el burro por delante) haz luego una parva de libros y quémalos junto a mi angüera ya, si tú te mueres antes, "espérame en el cielo, corazón..." como dice el bolero, que hay que amargarle un poco la vida a don san Pedro que bastante nos la jodió acá en tierra, amenazándonos con sus llaves. Nderasore... ya ha de estar viejito angá, todo tembleque, al fina co le vamos a tener lástima...
    Ah, pero si te vas primero, yo quemaré los ejemplares restantes haciendo sahumerio con libros, asi el humazo que sube al cielo se lleva la historia de Canallita, je je...

    Alebovino.

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